A nivel industrial son diferentes las tareas que superan las capacidades físicas humanas, de ahí que sea necesaria la adquisición de maquinaria que, controlada por personas, permita cumplir con ellas. En este sentido, gracias a la venta de carretillas elevadoras es posible trasladar cargas pesadas y elevarlas hasta situarlas en los lugares adecuados.
Pero uno de los aspectos a tener en cuenta al comprar una carretilla elevadora, es el mantenimiento, ya que alrededor de este giran muchos aspectos relevantes.
Por una parte, el empresario tiene en cuenta la inversión que el mantenimiento de este vehículo representará para él; de hecho, esta es la razón por la que, en principio, se recomienda alquilarlas hasta tanto la empresa tenga la capacidad de asumir el coste de su compra y mantenimiento.
Por la otra, tenemos que pensar en las consecuencias que la falta de revisiones periódicas o errores en este procedimiento pudieran ocasionar, ya que además de tener un impacto directo en la eficiencia y causar la paralización de las actividades, también pudieran ser la causa de algún accidente laboral.
Nunca es demasiado
Cuando se trata de seguridad no hay medidas exageradas, porque la vida de una persona, los materiales y equipos de trabajo y la continuidad de las operaciones industriales es lo que está en juego.
En relación con lo anterior, sin importar lo que la cotidianidad pudiera sugerir, el cuidado de las carretillas elevadoras debe estar en manos de personal especializado con amplios conocimientos mecánicos sobre cada modelo y familiarizado con los procedimientos sugeridos por el fabricante.
En este sentido, tengamos en cuenta que se trata de un vehículo con características particulares.
Si bien algún empleado pudiera tener conocimiento sobre otros tipos de vehículos destinados al transporte de carga, tales como aquellos utilizados para los portes baratos Madrid o exportación de productos, las carretillas poseen características muy diferentes y atienden a una normativa específica que no comparten otros medios de transporte.
Quedará de su parte decidir entre la elección de especialistas externos o disponer de este personal en la nómina.
Al comprar una carretilla, nueva o de segunda mano, hemos de verificar las condiciones de funcionamiento en las que se encuentra; sin embargo, pese a la excelencia de su estado, no hemos de obviar lo que se conoce como el mantenimiento preventivo.
Esto no es más que una revisión diaria de las condiciones y funcionamiento de la carretilla, a fin de poder determinar si está apta para ser utilizada y, al mismo tiempo, llevar un seguimiento que permita detectar cuándo empiezan a aparecer las deficiencias.
Las consecuencias de una deficiente atención a tales equipos, afecta la producción, impacta negativamente en la estructura de costes, pone en serio riesgo la vida de los trabajadores y puede convertirle en objeto de demandas laborales o penales.