En una fábrica, todos los procesos deben estar minuciosamente calculados, y hay que hacer revisiones constantes para asegurarse de que todo esté en orden. Sin embargo, al ocuparse de la producción, es fácil olvidar los packaging systems.
Aunque es posible calificarlo como un factor menor, podría costar más dinero del previsto si es olvidado. Si las máquinas no funcionan correctamente por un desajuste, cambios en la producción, o falta de mantenimiento, por ejemplo, se puede perder el producto al embotellarlo o envasarlo.
Pero más allá de ello, los paquetes deben ser capaces de resistir al ambiente que se enfrentarán durante el traslado y almacenamiento, de modo que el contenido y el envase lleguen intactos a los anaqueles del supermercado.
¿Cuáles son los tipos de empaquetado y qué relevancia tienen?
- Principal: es el que se encuentra en contacto directo con el contenido, sosteniéndolo. Usualmente resguarda las unidades individuales.
- Secundario: este envuelve el paquete principal, y generalmente agrupa varias unidades.
- Terciario: se utiliza para transportar grandes cantidades del producto, comúnmente en cajas o contenedores.
Si bien todos ellos están destinados a su protección de factores físicos y químicos, los dos primeros tipos deben tener un diseño atractivo, ya que son expuestos frente al cliente, y son una poderosa herramienta de mercadotecnia.
¿Cuál es el mejor sistema?
Esto dependerá enormemente de los requerimientos de cada negocio. No obstante, se puede afirmar que, en términos generales, debe poder adaptarse a cualquier cambio que se haga en el producto, y funcionar de forma rápida y eficiente para compensar la inversión realizada.
Es cierto la pérdida de una unidad no resulta un gasto imposible de cubrir, pero los fallos causan que se pierdan cientos y hasta miles de unidades, causando gastos mayores. Por este motivo, es conveniente consultar a una compañía con conocimientos técnicos al respecto, de manera que cada elemento de la fábrica esté optimizado.
Al fin y al cabo, un buen empresario sabrá encargarse de todos los aspectos de interés, sin importar que sea mediante su intervención directa o a través de gerentes y otros encargados. Y finalmente, la calidad de su marca se verá reflejada en el éxito que tendrá a lo largo de los años.